Septiembre 2017
En septiembre nos pasamos y nos fuimos de viaje no una vez ¡sino dos! Hacia mucho que Petunia no se había ido de vacaciones, a Ávila con Morenito. Ahora, más mayor le tocó un fin de semana en Valverde, Cáceres y 5 días en Asturias, las dos veces con Tamal, pero ya sin nuestro Morenito.
Me preocupaba en tema de sus necesidades. Nuestros acompañantes son amantes de los animales y comprensivos, pero tampoco quería que se levantasen cada mañana a un charco de pis. Me sorprendió gratamente que en ningún momento hizo caca o pis dentro de las casas. Ya de vuelta a su casa, ¡sí!
En cuanto a salidas y tal, la llevaba en brazos, a veces con la ayuda de Estibaliz en Asturias en el Camin Encantau de 10km! En los ratos que paramos la dejé en el suelo, pensando, "bueno, de aquí no se va a mover" para ser sorprendida con lo móvil que era! La dejamos en una roca y de repente estaba en la orilla del río, la dejamos en la hierba y de repente se rodaba por una cuestecita! ¡Toda una aventurera! Nada de abuelona.
Después de Cáceres, ya en casa le dió un ataque de estos donde corre por casa gritando. Hice un video y la llevé al veterinario que dijo que parecía algo del cerebro, quizá epilepsia. Puede que haya sido por el cambio en su rutina, pero la verdad que no la vi negativamente afectada por su viaje y después de Asturias no le pasó. Así que optamos por seguir escapándonos cuando podamos. Qué viva la vida mientras uno pueda.
Me preocupaba en tema de sus necesidades. Nuestros acompañantes son amantes de los animales y comprensivos, pero tampoco quería que se levantasen cada mañana a un charco de pis. Me sorprendió gratamente que en ningún momento hizo caca o pis dentro de las casas. Ya de vuelta a su casa, ¡sí!
En cuanto a salidas y tal, la llevaba en brazos, a veces con la ayuda de Estibaliz en Asturias en el Camin Encantau de 10km! En los ratos que paramos la dejé en el suelo, pensando, "bueno, de aquí no se va a mover" para ser sorprendida con lo móvil que era! La dejamos en una roca y de repente estaba en la orilla del río, la dejamos en la hierba y de repente se rodaba por una cuestecita! ¡Toda una aventurera! Nada de abuelona.
Después de Cáceres, ya en casa le dió un ataque de estos donde corre por casa gritando. Hice un video y la llevé al veterinario que dijo que parecía algo del cerebro, quizá epilepsia. Puede que haya sido por el cambio en su rutina, pero la verdad que no la vi negativamente afectada por su viaje y después de Asturias no le pasó. Así que optamos por seguir escapándonos cuando podamos. Qué viva la vida mientras uno pueda.