Casillas-El Tiemblo 18 mar
3 semanas después de legar a casa, ya ha hecho su primera excursión y le tocó a El Tiemblo! No en otoño cuando es super bonito, pero dió la casualidad de que había nevado así que pudo conocer la nieve quizá por primera vez tambien.
Empezamos "mal" porque resulta que se meó en el coche de Estíbaliz y también ¡en mi abrigo! La que sólo veo hacer pis una vez por la mañana y otra por la tarde, no se aguantó el viaje y decidió hacerselo encima en el maletero. :( Pero bueno, no fue nada grave.
Llegamos al punto de partida y para nuestra sorpresa hay un poco de nieve esparcida por la zona lo cual se convierte en zonas ya grandes cubiertas de nieve cuanto más avanzamos. Y qué decir de los charcos/balnearios que nos esperaban por el camino donde Atole casi ¡pudo tomar sus primeros pasos en el mundo de la natación!
Seguimos avanzando, sin mucha prisa hasta llegar a la verdadera nevada donde decidimos soltar a Atole, "a ver qué tal". Igual que las dos veces que la he soltado en casa, se 'desvió del camino y fue ¡por donde le daba! Tuve que echar a correr - se entiende que no muy rápido! - para poder cogerla y atarla de nuevo. Más tarde, Estíbaliz quería soltarla y lo hicimos. Recorrió el camino con nosotras hasta que en algún momento se paró y "distraída", volvía atrás. No sabemos realmente si ve o oye bien. La llamábamos y ni caso. Alguna vez parecía mirarnos directamente a los ojos antes de darse la vuelta. Quiero pensar que no es su intentción escaparse, pero puede que no nos ve bien y vuelve por el camino ya recorrido, o que quiere volverse. Bueno, la volvimos a atar y problema resuelto. Bajando más llegamos al río donde ya no había nieve sino que reinaba el sol. Hacía fresquito, o un frío polar según Estíbaliz, pero para mi era un día estupendo. Tamal se metió un poco al agua pero Atole ni la tocó y como tenía que estar helada y había algo de corriente, tampoco insistí en presentarla al río. Queda pendiente para otro dia.
A la ida, me parece que fue, hizo caca, pero no fue hasta casi llegar al coche que hizo pis. Siendo un camino recto y cerrado por los laterales, decidí soltarla para que pudiera hacer pis antes de subir al coche y hacerlo ahí de nuevo. En casa, hasta ahora, no ha hecho nunca pis en los paseos, sólo en el patio, lo cual no me molesta, pero en este caso era importante que lo hiciera antes de montar en el coche. Acto seguido empezó de nuevo a coger ritmo y a andar a un paso no tan de abuela sino ¡de perra malvada escapista! Otra vez a correr y esta vez la mochila no aguantó y se rompió. Pero lo más importante, ¡la cogí! Ahora descansa plácidamente en su cama.
Empezamos "mal" porque resulta que se meó en el coche de Estíbaliz y también ¡en mi abrigo! La que sólo veo hacer pis una vez por la mañana y otra por la tarde, no se aguantó el viaje y decidió hacerselo encima en el maletero. :( Pero bueno, no fue nada grave.
Llegamos al punto de partida y para nuestra sorpresa hay un poco de nieve esparcida por la zona lo cual se convierte en zonas ya grandes cubiertas de nieve cuanto más avanzamos. Y qué decir de los charcos/balnearios que nos esperaban por el camino donde Atole casi ¡pudo tomar sus primeros pasos en el mundo de la natación!
Seguimos avanzando, sin mucha prisa hasta llegar a la verdadera nevada donde decidimos soltar a Atole, "a ver qué tal". Igual que las dos veces que la he soltado en casa, se 'desvió del camino y fue ¡por donde le daba! Tuve que echar a correr - se entiende que no muy rápido! - para poder cogerla y atarla de nuevo. Más tarde, Estíbaliz quería soltarla y lo hicimos. Recorrió el camino con nosotras hasta que en algún momento se paró y "distraída", volvía atrás. No sabemos realmente si ve o oye bien. La llamábamos y ni caso. Alguna vez parecía mirarnos directamente a los ojos antes de darse la vuelta. Quiero pensar que no es su intentción escaparse, pero puede que no nos ve bien y vuelve por el camino ya recorrido, o que quiere volverse. Bueno, la volvimos a atar y problema resuelto. Bajando más llegamos al río donde ya no había nieve sino que reinaba el sol. Hacía fresquito, o un frío polar según Estíbaliz, pero para mi era un día estupendo. Tamal se metió un poco al agua pero Atole ni la tocó y como tenía que estar helada y había algo de corriente, tampoco insistí en presentarla al río. Queda pendiente para otro dia.
A la ida, me parece que fue, hizo caca, pero no fue hasta casi llegar al coche que hizo pis. Siendo un camino recto y cerrado por los laterales, decidí soltarla para que pudiera hacer pis antes de subir al coche y hacerlo ahí de nuevo. En casa, hasta ahora, no ha hecho nunca pis en los paseos, sólo en el patio, lo cual no me molesta, pero en este caso era importante que lo hiciera antes de montar en el coche. Acto seguido empezó de nuevo a coger ritmo y a andar a un paso no tan de abuela sino ¡de perra malvada escapista! Otra vez a correr y esta vez la mochila no aguantó y se rompió. Pero lo más importante, ¡la cogí! Ahora descansa plácidamente en su cama.