Atole: la nueva integrante
Hace más de un año se hizo la foto que se ve en la portada. Era de una sesión de fotos para el calendario 2017 de la APA San Bernardo y Gea era una de los modelos de SB. Pero su salida en el calendario no contribuyó a que la adoptasen. Siguió en la perrera esperando su oportunidad pero no llegó hasta el 2018.
Yo me había fijado en ella, pero no quería 4 perros, ni menos volver a tener 3 cuando Morenito se fue, y con la partida de Petunia quería disfrutar a solas con Tamal un rato. Sin embargo, llevaba tiempo trayéndome a Gea a casa algún que otro sábado para pasar la noche y volver el domingo a la perrera. De esta forma, si siguiera en adopción cuando yo estaba lista para adoptarla, estaría ya acostumbrada a la casa, a mi y a Tamal y eso era importante para mi porque Gea había estado en la perrera desde los 2 meses, es decir, ¡había pasado 14 años en la perrera! Cuando se saca a un perro mayor de una perrera, puede ser muy estresante para él o ella. Una perrera, por más pena que da, es la única casa que ha conocido durante años y sacarlo de ahí puede ser traumático y conllevar a problemas en la convivencia como son ladrar/aullar, destrozar, ansiedad por soledad, etc. y no quería ninguno de esos problemas. Y si surgiera otra adopción, traerla a mi casa también ayudaría con la transición a esa casa.
En uno de estas visitas, dando vueltas al tema, decidí que no había que esperar más. Había decidido que octubre sería mejor, después de mis vacaciones y sin tanta visita en casa. Sería dentro de 9 meses. Sin embargo, un día de finales de enero, la veía más mayor, más flaca, más sufrida en sus patas y no quería traerla sólo para morir aquí. Quería darle la oportunidad de ver y hacer cosas nuevas: ir al campo, nadar en Escalona, correr si quisiera o pudiera, jugar si se le antojara y, lo que más hacía los sábados en casa, ¡DORMIR! en paz y tranquilidad, sin ladridos ni frío. Así que decidí que para el 20 de febrero la traía. Tenía un viaje del 16-18 y no quería traerla y dejarla tan seguido ni llevarla conmigo a otro sitio nuevo antes de que estuviera acostumbrada a su nuevo entorno. Así que el 20 que también, según su ficha, es el día de su cumpleaños.
No pretendo comprarle muchos regalos. Celebraremos con una casa nueva, familia nueva, cama, el collar de Morenito, el arnés de Morenito, cuenco de Petunia, correa nueva y una dieta nueva, la de BARF. Creo que con eso, estará conforme.
En cuanto al nombre, es mayor y un pelín sorda me parece así que no sé si se enterará cuando le llame, pero he querido cambiárle el nombre. Cuando llegó Petunia no le cambié el nombre porque creía que no viviría mucho tiempo. Con Gea, quiero pensar que vivirá algo de tiempo y quiero 'personalizarla' y he elegido "Atole". Es una broma que sólo me río yo, pero me hace gracia. Atole es una bebida mexicana que suele acompañar a los tamales. Así que Atole va a acompañar a Tamal! :)
Yo me había fijado en ella, pero no quería 4 perros, ni menos volver a tener 3 cuando Morenito se fue, y con la partida de Petunia quería disfrutar a solas con Tamal un rato. Sin embargo, llevaba tiempo trayéndome a Gea a casa algún que otro sábado para pasar la noche y volver el domingo a la perrera. De esta forma, si siguiera en adopción cuando yo estaba lista para adoptarla, estaría ya acostumbrada a la casa, a mi y a Tamal y eso era importante para mi porque Gea había estado en la perrera desde los 2 meses, es decir, ¡había pasado 14 años en la perrera! Cuando se saca a un perro mayor de una perrera, puede ser muy estresante para él o ella. Una perrera, por más pena que da, es la única casa que ha conocido durante años y sacarlo de ahí puede ser traumático y conllevar a problemas en la convivencia como son ladrar/aullar, destrozar, ansiedad por soledad, etc. y no quería ninguno de esos problemas. Y si surgiera otra adopción, traerla a mi casa también ayudaría con la transición a esa casa.
En uno de estas visitas, dando vueltas al tema, decidí que no había que esperar más. Había decidido que octubre sería mejor, después de mis vacaciones y sin tanta visita en casa. Sería dentro de 9 meses. Sin embargo, un día de finales de enero, la veía más mayor, más flaca, más sufrida en sus patas y no quería traerla sólo para morir aquí. Quería darle la oportunidad de ver y hacer cosas nuevas: ir al campo, nadar en Escalona, correr si quisiera o pudiera, jugar si se le antojara y, lo que más hacía los sábados en casa, ¡DORMIR! en paz y tranquilidad, sin ladridos ni frío. Así que decidí que para el 20 de febrero la traía. Tenía un viaje del 16-18 y no quería traerla y dejarla tan seguido ni llevarla conmigo a otro sitio nuevo antes de que estuviera acostumbrada a su nuevo entorno. Así que el 20 que también, según su ficha, es el día de su cumpleaños.
No pretendo comprarle muchos regalos. Celebraremos con una casa nueva, familia nueva, cama, el collar de Morenito, el arnés de Morenito, cuenco de Petunia, correa nueva y una dieta nueva, la de BARF. Creo que con eso, estará conforme.
En cuanto al nombre, es mayor y un pelín sorda me parece así que no sé si se enterará cuando le llame, pero he querido cambiárle el nombre. Cuando llegó Petunia no le cambié el nombre porque creía que no viviría mucho tiempo. Con Gea, quiero pensar que vivirá algo de tiempo y quiero 'personalizarla' y he elegido "Atole". Es una broma que sólo me río yo, pero me hace gracia. Atole es una bebida mexicana que suele acompañar a los tamales. Así que Atole va a acompañar a Tamal! :)