8-10 sept: ¡Primeras Vacaciones!
Así es, por fin Tamal pudo conocer lo que son las vacaciones. Un fin de semana en Valverde de la Vera entre amigos. Fuimos a una casa rural: EcoPangea. Teníamos casa para nosotras, un poco apretado, con 3 adultos y 4 perros. También teníamos vecinos, los dos con perros. Me preocupaba cómo se comportaría con los dueños y sus perros, un PDAE y un mastín. El primer día ladraba, pero le puse el bozal y la correa y la bajé del coche. Se calmó y pudimos bajar hasta la casa sin que ladrara, aunque si tiraba. Olisqueó al perro y todo bien.
En cuanto a los vecinos, muchas veces nos quedamos fuera en la mesa del patio, igual que ellos, y Tamal ladraba pero luego se tranquilizaba. No llegamos a acercarnos a saludar, para no molestar.
Debido a un problema con la caldera, el dueño bajó a la casa junto al PDAE. Tamal ladraba y la metí a la habitación. Cuando estaba más traanquila, con el bozal y la correa puestos, la saqué. Pasó de él y olió al perro. Se portó bastante bien.
Y más adelante, estando suelta de paseo, sabiendo que los vecinos se habían ido, nos encontramos primero al PDAE y luego con el otro. No pasó nada con ninguno.
En cuanto a las vacaciones en si, se adaptó a estar en una casa con otros, personas y perros. Y al ir a pasear al río, ¡se enloqueció! Cada vez más le encanta el agua, y nada, el agua en la espalda. Siempre hay una pelota en medio, por Milo, pero me gustaría que aprendiera a nadar por nadar, no por perseguir una pelota. Tanto nadó que el domingo tenia calambres en la pata trasera izquierda. El domingo después de nadar tocaron unos estiramientos.
Muy contenta.
En cuanto a los vecinos, muchas veces nos quedamos fuera en la mesa del patio, igual que ellos, y Tamal ladraba pero luego se tranquilizaba. No llegamos a acercarnos a saludar, para no molestar.
Debido a un problema con la caldera, el dueño bajó a la casa junto al PDAE. Tamal ladraba y la metí a la habitación. Cuando estaba más traanquila, con el bozal y la correa puestos, la saqué. Pasó de él y olió al perro. Se portó bastante bien.
Y más adelante, estando suelta de paseo, sabiendo que los vecinos se habían ido, nos encontramos primero al PDAE y luego con el otro. No pasó nada con ninguno.
En cuanto a las vacaciones en si, se adaptó a estar en una casa con otros, personas y perros. Y al ir a pasear al río, ¡se enloqueció! Cada vez más le encanta el agua, y nada, el agua en la espalda. Siempre hay una pelota en medio, por Milo, pero me gustaría que aprendiera a nadar por nadar, no por perseguir una pelota. Tanto nadó que el domingo tenia calambres en la pata trasera izquierda. El domingo después de nadar tocaron unos estiramientos.
Muy contenta.