Asturias 2018
Por primera vez en su vida este septiembre Atole se fue de vacaciones y ¡no se pudo haber emocionado más! Bueno, quizá un poco :) . No es muy expresiva que digas, pero bueno, creo que disfrutó. Sinceramente, antes de ir había pensado que la acabaríamos dejando en la casa la mayor parte del tiempo porque no podría aguantar las rutas que haríamos. Sin embargo, nos sorprendió gratamente. El primer día hicimos un paseo al Faro que teníamos cerca y aguantó como una campeona. Debido a eso, decidí llevármela a las demás salidas y muy bien en todas. La única en que no nos acompañó fue la última, la Ruta del Silencio, unos 12km sin perdernos con más que una cuesta. ¡Acertamos en no llevarla! Casi ni pudimos terminarla nosotras.
No se meó en el coche y sólo se meó la primera noche en su jaula. Eso sí, la noche que pasamos en Alameda antes de emprender el viaje hacia Asturias, se portó muy bien, pero a la mañana siguiente cuando Estibaliz la quiso sacar a hacer sus necesidades, se escapó y - supongo que por desorientarse - se dió una buena vuelta por el pueblo, haciendo correr a su tita que, encabronada, no se olvidó en todo el viaje :)
No se meó en el coche y sólo se meó la primera noche en su jaula. Eso sí, la noche que pasamos en Alameda antes de emprender el viaje hacia Asturias, se portó muy bien, pero a la mañana siguiente cuando Estibaliz la quiso sacar a hacer sus necesidades, se escapó y - supongo que por desorientarse - se dió una buena vuelta por el pueblo, haciendo correr a su tita que, encabronada, no se olvidó en todo el viaje :)